Retrato de José Ruiz Asensio, padre del pintor Diego Ruiz Cortés.
Sevilla, 1951 (Óleo sobre lienzo)
La dedicatoria aparece en el margen bajo derecho. Escueta, pero no necesita más palabras. El retrato sin duda habla del amor entre padre e hijo. Y el respeto mutuo.
El padre que posa para el hijo, sin duda con admiración, ya que el hijo cuándo pinta este retrato tiene 21 años y toda su realidad está focalizada en la necesidad de pintar, aunque siendo una familia humilde, el hijo ya trabaja como botones en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla.
El hijo no deja a la imaginación ni un detalle. Todo lo ha plasmado en el lienzo. Todo con una exquisita pincelada constructiva.
Manejo de la luz y del color. Las sombras dan vida. El humo del puro, también.
La mirada cansada,firme y serena; la piel curtida por el sol, las manos firmes, pero no rudas.
Geometría muy evidente en el cuello de la camisa, en la corbata, en los dedos de las manos, en el rostro.
Los ojos, la nariz, la boca , todo conseguido sin dibujo, sólo a base de una pincelada certera. Carnación muy natural, logrando el efecto de un rostro curtido por los años, por la vida. El pelo canoso, sus ondas, todo a base de luces, sombras, claroscuro que da forma.
Proporcionalidad, equilibrio, diálogo entre fondo y figura. Consiguiendo que la figura resalte, se presente con aplomo, iluminada a pesar de ser una obra oscura.
Todo conforma una composición armónica, muy académica, pero que tiene vida y se puede percibir ese diálogo sin palabras entre el modelo y el autor.
Para acompañar esta obra, compartimos fotografías del personaje retratado en distintas épocas de su vida. Y en una de ellas acompañado de su esposa e hija (madre y hermana del pintor Diego Ruiz Cortés. A todos ellos el pintor les dedicó una obra y en siguientes entradas les mostraremos y analizaremos desde nuestro punto de vista.
Saludos cordiales, esperamos que os guste.